sábado, 27 de septiembre de 2008

Caminando con conciencia

Bueno, todos tenemos días de reflexión. Días en los que ocurre algo tan fuera de tu capacidad cognitiva, de tu realidad, que pasas a un estado de shock momentáneo, fabuloso, único. Puede ser triste o hermoso, pero lo que importa es tu capacidad de afrontarlo y de absorverlo, para hacer de ella un capítulo más en tu propia sabiduría.

Es aquí cuando te parece que tu vida toma un nuevo rumbo, en verdad, te das cuenta de ello, pues siempre lo estas forjando, lentamente, silenciosamente.

Esta noche por mi cabecilla han recorrido sentimientos inefables, que no se pueden explicar con palabras. Pensamientos que tenían que encontrar una salida hacia alguna parte.

En los albores de la mañana, cuando los primeros tonos azules aparecieron por mi ventana, decidí liberar mi conciencia... me puse el abrigo y me puse a andar bajo un cielo cada vez más claro.

¡Qué buen remedio! la soledad de un sábado matutino por las calles de Reykjavik me abrieron la mente a medida que la salada brisa del mar me acariciaba las mejillas. Dejé atrás mis pesares, las tribulaciones y los pasos del pasado, y caminé, caminé hasta el fin de la península cavilando, razonando.

Súbitamente me topé con el último lugar, al más lejano, llegué al grandioso faro situado en la punta de esta ciudad, construido en un islote que se comunica con la civilización a través de un pequeño corredor de tierra a modo de istmo solo cuando la marea está baja. Y, en contra de todas mis espectativas o casualmente llegué en el momento oportuno.
Allí fue donde desde un banco observando mi nueva ciudad, mis reflexiones tocaron tal profundidad que a punto estuve de volverme autista sino fuera porque me puse a hablar en alto conmigo mismo, a modo de soliloquio metafísico.
Y lo conseguí, grité como un condenado y reí como un niño, me di cuenta de lo afortunado que soy, de lo que tengo y de lo que no, de lo que debo estar orgulloso, de que la vida no es un problema para ser resuelto sino un misterio para ser vivido.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Travesía por el sur de Islandia

¡¡¡Pero que pedazo de excursión!!!Ha sido, porque no decir: alucinante. Y tanto, que durante esos maravillosos días he aprendido de mis amiguetes diferentes retóricas expresiones superlativas en inglés. Todo empezó el miércoles a las ocho de la mañana en la facultad donde el domingo volveríamos. Estaba tan emocionado que no se me pasó por la cabeza que en mitad de la nada no hay conexión a internet, incluso en el país más moderno, y me llevé el portatil que ante la mirada de mis compis no pudimos más que reirnos de mi incoherencia.

Fuimos parando por multitud de sitios, empezando por el mismo polígono industrial, para acarrear las toneladas de alimentos y enseres que iban a mantenernos a lo largo de los cinco días. Creamos grupos que se rotarían para hacer las comidas y por otro lado, hacer los correspondientes resúmenes de cada día.
Yo por mi parte, me tocó hacer la presentación el primer día pero no dijee nada, pues aunque estaba el problema del idioma, que en ese momento era lo de menos, resulta que esa misma noche, haciendo alarde a mi habilidad de despistado, me enteré que había que exponer y además que le tocaba a mi grupo. Y claro, mis compis tomaron apuntes en todas las paradas mientras yo seguramente o me estaba sacando los mocos o estaba saltando como un cupullín de alelí por la tundra islandesa.
Antes que eso ocurriera, tuvimos un día muy intenso:
1)Contemplando las rocas vimos los resquicios que los antiguos glaciares dejaron en la última glaciación.

2)Nos dirijimos a la gran central hidrotérmica (es la nubecita de la foto) que abastece de agua caliente y energía a la capital. Lo que me encantó fue el musgo (el suelito delante de la nube de vapor) que recubre todas las rocas de la isla, un musgo que es tan blandito que te hundes en él como si de un colchón se tratara. Al final me iba a cansar de verlo por todas partes.

3) Conocimos el lugar donde se construyó el primer parlamento de la isla, allá por la época donde al sur los musulmanes conquistaron la península ibérica. Lo gracioso es que estos parlamentarios eran tan cursis que decidieron utilizar la moderna tecnología del siglo X para desviar el río hacia un escarpe y montar así la primera cascada artificial de la isla. La razón por supuesto es que quedaba mucho más bonito. Ahhh, además al hombre que se portara mal le quemaban vivo en la islita que quedó bajo la cascada, y si era mujer, solo la ahogaban. Espero que aprendiaran rápido la lección.

4)Ya acabándose la tarde conocimos la preciosa cascada que prefiero no poner el extraño nombre.

5) Antes de llegar a las cabañas donde pasariamos la noche, al profe le dio por seguir el guión y nos acercamos a la playa. ¡¡¡Y por supuesto que me mojé los pizotes!!! solo para ver la cara que ponía la gente. Me encantaron las columnas casi perfectamente geométricas y de origen volcánico, cuyo proceso de formación -o más bien hipótesis- tardé un buen rato en comprender. En la foto salen mis amiguetes Jan y Anais.


Y por último llegamos a las cabañitas. Rápidamente nos escalamos el talúd de atrás para contemplar las vistas de la alta mesetaOhhhhh cielos!!!! me estoy dando cuenta que realmente necesitaba subir todos los días un post en este blog, porque recién voy por el primer día.

Bufff, es una pena, pero como habiamos quedado hoy viernes todos los erasmus para colmatar una residencia de un voluntario y quiero estar al menos un rateque por allí, seré breve con la emocionante aventura.
Los demás días siguieron la misma temática docente, y tristemente me enteré de muy pocas cosas porque no conseguía enterder a nuestro "Aurmman " el prof. Un vocabulario demasiado culto para mi en estos momentos.
Lo más chulo del segundo día fue conocer el grandioso glaciar Vatnajökull, el más tochín de Europa (en la foto salgo con mi amiga Helene).
También aprendí a decir algunas estupideces en francés y encontramos una iglesia ambulante, experiencia algo impactante.Las dos últimas noches las pasamos en un lugar conocido como Landmannalaugar, que viene a significar algo así como "la tierra candente de la especie humana". Me enamoré de ese sitio porque teníamos un hot spot natural, es decir, un laguito de aguas termales al lado de nuestro alojamiento. No hace falta decir que me pasé todo el tiempo libre en tan agradable lugar.
El penúltimo día hicimos hiking por toda la zona. Fue un paseo por el corazón de Islandia inigualable donde los colores de los paisajes hacían unos juegos cromáticos únicos que se impregnaban en nuestras asombradas retinas y donde encontrabas fumarolas enormes rodeadas de nieve y con un riachuelo surcando la base. Los tres estados del agua en un mismo punto.

En fin amiguitos, que puedo contar párrafos y párrafos, pero que tampoco es plan pues vendreís a visitarme y conocereis todo esto en primera persona. Jejeje.

De todas formas añadiré un gadget en mi blog con mogollón de fotos de la excursión, ordenadas cronológicamente. Un besazo enorme a todos.

martes, 2 de septiembre de 2008

Los amiguetes

Bueno, me resulta muy difícil hacer de este blog algo estríctamente cronológico, si además consideramos que hasta el primero de septiembre no he tenido acceso a internet en donde me hospedo.
De todas formas si tengo que mencionar que Carlos y yo nos hemos montado un chulo grupo de amiguetes de todas partes de Europa. Todavía tenemos que incluir a algún Islandes/a, pero ya caerán.
Así que no me queda otra que hablar en inglés, y ¡madre mía! la verdad es que es la mejor manera de aprender y hasta parece que mejoro el español porque tengo que reestructurar toda mi forma de pensar.
Pues como estamos en una ciudad con mar, porqué no meterse en la playa de Reykjavik. Así que el sábado decidimos ir a la supuesta playa térmica, que el segundo término o sobra o la traducción es una mierda. El agua estaba bien fresquita pero igual nos metimos porque sabíamos que a tres pasos estaba una minipiscinita calentita.

Esa misma tarde les propuse hacer una cena española en la residencia de Carlos(ya aún no estaba en la mía definitiva) y les preparé la famosa tortilla de patatas, que arrasó como la Macarena. El gazpacho y la paella lo dejo para más adelante.
Los nombres ya los iré contando pero ya tendrán una sección especial, pues un simple listado es como una retahila de palabras sin sentido, y estos nombres se merecen más que una mención esporádica.

Al fondo de todas formas, se ven dos chavales, David (Canadá) y Jan(Alemania) que son como mis profes y con los que estuve ese día en la cafetería (mirar el post anterior).
Ayer lunes al fin tuvimos la ceremonia de bienvenida, y mira que las clases las empezamos el miércoles pasado. Pero aún ya habiendo resuelto la mayoría de los grandes problemas hasta el momento, he de reconocer que estaba muy interesante, aunque me enteré de la mitad. Y las chicas francesas se las ve mu felices en esta fotillo porque nos dimos cuenta que la comunidad erasmus no era solo nuestro nutrido grupo de amiguetes, sino unos cientos más de chavales en una enorme sala. A los españoles les saludé, y solo me pasé un ratillo porque para grupo de españoles, ya os tengo a vosotros, amigos irremplazables de España.

La cosa, es que como no tenemos hasta octubre clases los martes esa noche fue de Disco, disco partyZan!!! e hicimos una quedada grandecita y botellón en la laguna de la ciudad (está lleno de patos que se cagan por todas partes). Con el pardo crepúsculo de escenario en aquel hermoso día.
Yo me llevé una botella de buen vino tinto chileno y me pegué una cogorza crapulosa que no tiene denominación taxonómica. Pero muy bueno el vino.
Finalmente acabamos en un bar Irlandes bebiendo Guiness negra, riéndonos de cualquier cosa cual Clochard parisino de medianoche.